
Las fachadas ventiladas constituyen una solución efectiva para el aislamiento térmico de los edificios, así como un magnífico aporte estético. Su implementación en fachadas para construcciones unifamiliares, residenciales o comerciales está ganando espacio como técnica de arquitectura sostenible.
A simple vista, este tipo de revestimiento exterior puede parecer complicado de instalar. Sin embargo, un equipo profesional puede implementarlo sin complicaciones y de manera eficiente.
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¿Qué son las fachadas ventiladas?
Es un sistema de cerramiento y revestimiento de estructuras cuyo objetivo es crear una capa aislante que permita controlar de manera más eficiente las condiciones climáticas dentro del edificio. Para ello se emplean técnicas y materiales que permitan construir una fachada separada de la superficie externa del edificio.
La fachada ventilada se compone de un muro de soporte y un material de revestimiento. Esto permite que el material de revestimiento se fije a cierta distancia de la pared exterior del edificio causando el efecto térmico deseado.
Por otra parte, se suele colocar un material aislante entre el revestimiento y el muro de soporte. Es así como existe un control completo de las variables climáticas en la edificación.
La colocación de fachadas ventiladas permite implementar un diseño personalizado y elegante en el exterior del edificio. Además de la cámara de aire que permite ahorrar energía en climatización, el aspecto estético está muy bien cubierto.
Componentes de la fachada ventilada
Para que puedas comprender al detalle el sistema de colocación de fachadas ventiladas, es necesario conocer sus partes. Vemos en detalle cómo está compuesta una fachada aislante ventilada:
Muro de soporte
Es la estructura que une la pared del edificio con el revestimiento externo que será colocado. Se requiere de una estructura ligera pero que sea capaz de soportar el peso del recubrimiento que se ha planificado instalar.
Por lo general se utiliza una estructura metálica fijada firmemente a la pared, y en la cual se toman en cuenta las medidas y características del edificio.
Revestimiento externo
Es la capa exterior que se colocará, y la que le dará la apariencia final a la fachada del edificio. No solo debe ser elegante y ligera, sino que debe proporcionar el aislamiento necesario para el control adecuado de las condiciones climáticas.
Capa aislante
En la mayoría de las ocasiones es necesario colocar una capa aislante tras el revestimiento exterior. La colocación de esta capa permite lograr un efecto térmico óptimo. Este componente aislante puede ser de PVC, lana de roca, y proyectado de poliuretano.
Cámara de aire
Es el espacio que quedará entre la capa aislante y la pared del edificio. El efecto chimenea que esto genera provocará que el aire, frío o caliente, que llegue del exterior, no influya directamente en el clima del interior del edificio.
Tipos de fachadas ventiladas
Para la construcción de fachadas ventiladas se utilizan distintos revestimientos exteriores según las preferencias del propietario y de las características del proyecto. Los tipos de fachadas ventiladas más comunes y efectivas:
- Fachadas metálicas: Se utilizan láminas de metal prefabricadas o a medida para cubrir el edificio y formar así la capa aislante.
- Revestimientos de piedra: Para este tipo de fachadas se emplean materiales como el mármol, pizarra o granito, de gran durabilidad y un enorme potencial aislante.
- Fachadas de cerámica: Es una de las alternativas más prácticas debido a su sencillez de colocación. También es uno de los estilos de fachada con mayor capacidad de aislamiento técnico y seguridad.
- Recubrimientos de cristal: Si lo que deseas es un acabado perfecto que genere el mayor impacto desde el plano visual, una capa aislante de cristal es tu solución. Son fachadas muy bonitas, seguras y muy prácticas en cualquier estilo arquitectónico.
- Fachadas de madera: Para este caso se emplean técnicas especiales de conservación de madera, logrando así la durabilidad y el estilo que se desea.
- Materiales compuestos: Se basan en polímeros derivados del petróleo, que aportan seguridad, aislamiento y economía en el revestimiento de edificios.
Ventajas de las fachadas ventiladas
La implementación de fachadas ventiladas permite obtener una serie de ventajas importantes en la sostenibilidad de las estructuras. Te explicaremos cuáles:
- Aislamiento térmico: Los cambios de temperatura exterior no afectarán en mayor medida a la temperatura interna del edificio.
- Protección contra la humedad: La fachada no estará en un contacto directo y permanente con la humedad proveniente del exterior.
- Protección integral de la fachada: No solo está presente la protección contra la humedad, sino también contra otros factores que promueven el desgaste y la erosión, como el viento, la contaminación y el sol.
- Rapidez de colocación: La instalación de fachadas ventiladas es un proceso rápido, que puede estar listo en pocos días o semanas.
- Mayor eficiencia energética: Al no tener que invertir demasiado en sistema de climatización, se propicia el ahorro energético del edificio hasta en un 30%.
- Valor estético: Los diseños exteriores pueden tomar mucho valor a partir de las opciones que se presentan las fachadas ventiladas.
No cabe duda de que las fachadas ventiladas son una solución efectiva para integrar la climatización con la belleza. Si quieres ampliar la información o solicitar presupuesto no dudes en contactar con una de las mejores empresas de reformas de Madrid.